Hellboy: The Crooked Man se iba a estrenar la semana pasada, aunque muy pocos lo supieran. Y no os culpamos, la película ha tenido una de los trabajos de marketing más modestos que se recuerden; estaba pensado que se estrenaría en teatros de Norteamérica el 27 de septiembre, lo cual fue cambiado a último momento, pasando a estrenarse en plataformas digitales para el 8 de octubre.Es justo decir que el diseño del personaje es prometedor, ademas de estar basado en uno de los arcos más interesantes del comic de Hellboy; The Crooked Man es un comic que abarca parte de los inicios de Hellboy, en los años 50s cuando él y su grupo se adentran en una cacería de brujas. El contenido tanto del comic como de la película es bastante fuerte, bastante maduro y con escenas muy impactantes.La película de hecho tiene clasificación R, lo que reduce la cantidad de audiencia disponible a casi la mitad. Otro motivo por el cual no era buena idea estrenarla en cines. Esta decisión fue una personal por parte del director, pues con el motivo de adaptar fielmente el comic, no quería echarle tijera a ningun tipo de contenido. Reestrenar las películas en versión digital es el equivalente a lo que se hacía hace 20, 30 y 40 años con las versiones de DVD y VHS. Entonces, era la única forma de que las películas lograran recuperar algo de lo perdido con descuentos de por medio si era necesario. Ahora es mucho más facil para las productoras tomar esta decisión, pues el formato digital para servicios de streaming se ahorra el coste de producción física y distribución que sucedía antaño. Ademas de ello, hoy en día las plataformas de Streaming se están multiplicando, y son muchas las opciones que tienen las películas que no logran dar con el éxito. En principio esto significa que las desarrolladoras tienen un margen de error mucho más grande y menos miedo a la hora de lanzar un producto, con todo lo positivo y negativo que esto acarrea.Los productores han previsto un colapso en taquillas de estrenarse en cines, por lo que la opción de pasar a digital directamente reduce las ganancias con la ventaja de reducir costos y posibles pérdidas, la opción más pragmática a seguir. Una decisión muy dura, pero alguien debía tomarla.