Sam Raimi es el nombre principal para ocupar la silla de director de Doctor Strange 3. Tras su gran trabajo hecho en Doctor Strange in the Multiverse of Madness, parece ser que los productores quieren darle la oportunidad de terminar de desarrollar el personaje que formó en aquella segunda entrega. El talentoso director sabe como manejar secuelas e imprimir su estilo sin que ambos aspectos se vuelvan incompatibles; para ejemplos está la trilogia de Spider-Man de Tobey Maguire.

Raimi es un director que sabe enfocar el aspecto humano de seres que podrían sentirse superiores solo por ser superheroes; sabe como explorar esa fragilidad que se esconde tras estos semi-dioses. Y aparte de ello, Doctor Strange es una muy buena opción para una secuela. Recordemos que Strange fue uno de los últimos superheroes en ser introducidos al MCU y su personaje no ha sido tan explorado como muchos otros. Hay mucho material de los comics que aun no se ha visto y Strange puede ser la mejor excusa para adaptarlo a la gran pantalla.

Raimi es un director cuyo fuerte principal es el terror; visto ya con Evil Dead, The Gift o Drag Me to Hell. Es un especialista en lo que respecta a efectos prácticos y escenas que dejan mal cuerpo... del bueno (si es que me expliqué bien) Es posiblemente uno de los directores con más experiencia y prestigio que haya contratado Marvel y esto lo saben bien los productores; el talento no es un recurso que abunde, y si se junta esto con un bolsillo generoso, ganamos todos.

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