China puede ser potencia en muchos campos pero le queda mucho para terminar de adaptarse a los estándares occidentales. Y donde peor la pasan es a la hora de adaptar series de otros paises para su audiencia, teniendo en cuenta que cualquier rotura de molde puede ser considerado como propaganda por el régimen comunista. 

Arcane es una serie animada con mucha contenido LGBT, hasta el punto de ser pilar en varias tramas. A pesar de ello, las prioridades en el país asiático pone la protección de su cultura por encima de cualquier agujero de guión provocado o la falta de coherencia en algunas escenas. Como en esta, por ejemplo. Donde directamente borran a un personaje mientras dejan a otro hablando completamente solo, solo para que cada uno aparezca por separado como si fueran entidades en planos existenciales distintos. Todo muy raro...

Y tal y como imagináis, cada escena de beso entre personajes del mismo género son directamente eliminadas en sus plataformas de streaming, por lo que puede ocurrir que haya incongruencias cronológicas durante cada episodio.

Por otro lado, el propio público chino es consciente de estas censuras y no están de acuerdo con la imposición establecida hacia un producto donde - se supone - debe primar la libertad creativa. Pero no es algo que podamos arreglar con artículos de internet ni quejas en bandejas de comentarios. A veces solo debemos aceptar que el choque cultural nos sobrepasa y entender que esta es una discusión más política que de entretenimiento, no es nuestro sector.

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