Lee Jung-jae, protagonista del hit de Netflix, está contento porque haya llegado lejos y conquistado a muchas audiencias pero piensa que la fama de 'El juego del calamar' tiene un sabor agridulce.

"Estoy feliz por todo esto, por supuesto, pero es algo muy agridulce. Sí, es genial que las audiencias consuman contenido coreano en todo el mundo. Y lo aprecian. Pero si piensas en los temas de El juego del calamar, como hasta dónde estamos dispuestos a llegar para acumular riqueza y los extremos a los que las personas se ven obligadas a llegar, o incluso en cómo la gente se ha tomado tan en serio lo que sucede en la ficción te hace pensar que en el fondo, lo que se cuenta es una realidad para muchas personas en todo el mundo"

Y eso me hace sentir muy triste.

"El tener que expresar las experiencias de estos personajes, tan empujados a los más variados extremos, fue terrible. Cuanto más hermoso eran los escenarios y conforme más infantil se volvía todo, y más divertido parecía, más horrible era para los personajes y, por lo tanto, para nosotros como actores. Pienso en todo lo que pasó en la serie. Es imposible no pensar en ella. Y todo ello me hizo pensar en lo que no estoy haciendo. Muchos de nosotros, como personas, vivimos en el olvido. Me hizo repensar cómo veo el mundo, como no podía ser de otra manera"

Más noticias