El intérprete estadounidense, que ahora estrena 'Almas en pena de Inisherin' y que ha logrado un Globo de Oro por su papel en el filme, recuerda cómo su carrera casi se va al traste. "La expectativa es una cosa peligrosa. Alejandro Magno fue una historia con la que Oliver Stone había soñado desde que él estaba en la universidad. Por eso era tan grande, global, política, emocionante, violenta y sensual como era. Fue realmente personal para Oliver y para mí" "Nos llevó a un rodaje de seis meses por tres continentes. Fue increíble", explica Farell, que encarnó al mítico Rey de Macedonia y Hegemón de Grecia en un biopic histórico que, a lo largo de un generoso metraje y un reparto espectacular, nos contó su vida de conquistas y batallas. "Cuando digo 'expectación', me refiero a que todos teníamos nuestros esmóquines listos para las entregas de premios. No estoy bromeando. Estábamos en plan: 'Bien, muchachos, nos vamos a los Oscar. Esto es algo seguro'. Luego salió la película y las primeras críticas, y recuerdo a alguien diciendo: 'Dios, esto no es bueno" No había nada como Rotten Tomatoes entonces, así que tenía todas las críticas impresas que decían: 'Alejandro el Tonto', 'Alejandro el Aburrido', 'Alejandro el Inarticulado', 'Alejandro el Débil", continúa Farrell a The Hollywood Reporter. "Sentí mucha vergüenza. Estaba en una posición en la que quería decir a todo aquel al que conocía: '¿Has visto Alejandro Magno? Si es así, lo siento mucho'. No estoy bromeando. No les iba a devolver los 20 millones de dólares, pero...""Pensé: 'Soy un actor de mierda. Me han descubierto"