Más de dos décadas después del final de Embrujadas, Doherty ha hablado sobre estos hechos en su nuevo podcast, llamado Let's Be Clear. Respecto a sus diferencias con Milano, Doherty reconoció que había una atmósfera de competitividad excesiva. Citó como ejemplo una ocasión en la que su compañera de reparto se enfadó con ella por aceptar una portada para Rolling Stone sin pedir que el elenco principal apareciera también. Tal fue el nivel de fricción entre ambas que Doherty llegó a reconocer que traspasó lo profesional y llegó a afectarle en lo personal. "No dejaban que la gente pudiera visitarte. En ese momento, tú no lo sabías. Recuerdo que me escribiste y me dijiste: 'Tía, ¿vas a venir a verme?'. Entendí tu dolor por sentir que te había abandonado, pero también me enfadé con la situación de no poder ir a verte" "Esa familia se abalanzó sobre nosotros y provocó una extraña división entre las dos que luego continuó durante toda la segunda temporada. Creo que lloré cada noche durante ese tiempo", confesó Doherty. Por otro lado, Combs reconoció que esa época fue difícil para todos por "todo lo que pasaba detrás de las cámaras" y que trató de asegurarse de que todos se llevaran bien. "Todos podríamos habernos comportado mejor en algunos momentos"