Comentó que cuando se estrenó Lawrence de Arabia fue al cine con su padre y quedó emocionado por una escena que se desarrolla en la inmensidad del desierto.En esta escena, el protagonista se tambalea por las dunas del desierto mientras parece que va a fallecer debido a la falta de agua y a la intensidad del sol. Por suerte, la escena termina con el protagonista y sus compañeros encontrando un consuelo en un pequeño oasis.Pero en ese momento, Steven Spielberg quedó totalmente sorprendido porque una gran parte de las personas que estaban viendo la película se levantaron del asiento y abandonaron el cine. “Luego hay un corte discordante en el que los camellos y los jinetes beben de un gran oasis y la tensión se rompe drásticamente. Cuando terminó la secuencia, decenas de personas entre el público se pusieron de pie de repente y abandonaron la sala. No entendí lo que estaba pasando. Todos habíamos visto uno de los mejores momentos de la historia del cine y la gente se marchaba... incluido mi padre". Unos minutos después, todas esas personas que habían abandonado la sala regresaron, pero no lo hicieron solas, sino con un montón de bebidas en sus brazos.