"Liz Danvers y Clarice Starling no podrían ser dos personas más diferentes, excepto porque son complejas y tienen mucha dualidad y muchas capas. Pensé en ello muy rápidamente desde el principio, cuando leí el guion: 'Vaya, habrá algunas comparaciones con El silencio de los corderos'.
Ambas tienen este universo espeluznante de ansiedad, y eso es lo que alimenta el género del terror y los thrillers. También es un reflejo de los mecanismos internos del personaje y por lo que están pasando. Esa verdad para El silencio de los corderos es la misma.