"Parece diseñada para ser vista. Estas casas están construidas para el voyeurismo porque el servicio necesita poder ver sin ser visto", indica. Según la cineasta, el erotismo y el horror se juntan en esta escena. "Hay mucha tensión erótica, pero también cierto horror, porque te van a ver haciendo cosas que no debes. El baño nos servía como una buena metáfora de eso: un lugar donde las cosas son privadas y, al mismo tiempo, públicas. (...) Para mí, la escena del baño es una escena increíblemente erótica. Es emocionante en todos los sentidos: es divertida, íntima, chocante, repugnante e insólitamente sexy"