La recepción del público para uno de las precuelas más ambiciosas de la televisión ha sido espectacular. Valiéndose quizas de la propia popularidad de la obra de Martin, cuyo legado sirvió como estrategia de marketing para promocionar una obra que en definitiva, ha logrado mantener el nivel, incluso para muchos superando lo que nos dejó la última temporada de Game of Thrones.