La escena de la que todos hablan ocurre en ese bendito cuarto episodio. Homelander visita los antiguos laboratorios de Vought donde experimentaron con él. Como explicaba el personaje en aquel solilóquio del tercer capítulo, debía enfrentar su pasado para poder trascender de su humanidad. Entendiendo entonces que "enfrentar" en su vocabulario significa hacer una carnicería total. Tal como lo esperabamos, así pasó.
Homelander entró por el ascensor, en principio con una falsa sonrisa y un pastel para compartir con los empleados. Con el pasar de las escenas fue cambiando el tono, impredecible en su forma de ser. Literalmente hirvió hasta la muerte a uno de los empleados, en represalia del mismo experimento al cual fue sometido un infante Homelander para medir la resistencia de su piel. Continuó con obligar a otro empleado a cometer "onanismo" frente al resto de empleados, solo para terminar atravesándolo con su laser en sus partes privadas.
En resumen, Homelander masacró a todos en el lugar, salvo a la jefa a cargo, la única que le plantó cara. Aunque la carnicería ocurre fuera de cámaras, la sonrisa del anti-heroe empapada en sangre es lo que termina de "enamorar" a todos sus fans.