¿Como se puede crear algo tan genial con tan poco dinero y preparación? A veces no es necesario complicarse. Y los creadores de La Bruja de Blair supieron entender todo esto mejor que ningún otro. 

Así es, fue un proyecto de solo 60 mil dólares, que logró fichar en 1999 a varios jovenes desprevenidos bajo la promesa de que se trataba de un documental real. Solo para no decirles nada al final y dejar que sus propios temores y ansiedad lograra exprimir emociones reales que nosotros, dentro de las salas de cine, supimos ver.

La idea fue tan revolucionaria que a partir de entonces nacería un sub-género del terror: El found footage, el falso documental. Una cámara de poca calidad, cargada al hombro, que va recopilando opiniones y te deja la sensación de que "no hay nada escrito en realidad, nada preparado. Así que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento". Ademas de todo, este sub-género te da la sensación de estar en la perspectiva de las víctimas, y no hay nada peor que sentirse estar acorralado por una bestia, y el temor de tener que mirar atras en algún momento.

En The Blair Witch Project nunca aparece un monstruo de ningun tipo, ninguno. No hay jumpscares baratos tampoco. Solo emociones reales de actores que, irónicamente, no estaban actuando. La paranoia en sus rostros es real, y así lo mantuvieron los  creadores de la cinta Daniel Myrick y Eduardo Sánchez hasta el último momento, pues la película fue promocionada como un documental verídico que salió mal, el cual decidieron proyectar en las salas de cine como material inédito.

Si bien The Blair Witch Project no es considerado el primer found footage (Un año antes se estrenó The Last Broadcast), fueron los primeros en hacerlo a la perfección. La película es aterradora sin necesidad de efectos especiales, ni jumpscares cada 10 minutos. No hay violencia explícita de ningun tipo, ni figuras sobrenaturales acaparando la pantalla, nada. Solo suspenso real, emociones reales, una sensación inquietante de "estar en el lugar equivocado", todo lo que una peli de terror debería ser. 

Y estos amateurs lo hicieron solo con una cámara, un micrófofono y un bosque sin protección perimetral. Con tan pocos recursos diero cátedra a todas las grandes superproductoras de como aterrar al público. Es por eso que la película es una obra de arte y un libro abierto de cómo hacer cine de horror.

Fuente imágenes: Reddit

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