¡Así si! Cómo Hollywood logró redimirse al adaptar videojuegos al Cine y la TV
Por Anónimo 19 jul 2024, 11:30
En la época de los 90s, cuando los videojuegos ya estaban establecidos como uno de los grandes en la industria del entretenimiento, el siguiente paso lógico era la adaptación al cine. Los fans tuvieron que sufrir viendo como masacraban franquicias como Mario Bros, Street Fighter o Double Dragon. A tal punto que el tiempo las dejó como joyas de culto solo por lo simplonas que fueron, más que por tener valor propio.
A pesar de ello, los siguientes años tambien fueron duros, con muchos experimentos fallidos como The King of Fighters, Mortal Kombat o Doom, llendo de menos a más, muy poco a poco empezaban a dar en el clavo. Y los escritores por fin entendían lo que el público quería. Pero el proceso de en medio era mucho más complejo que esta tosca forma de resumirlo. Hoy ahondaremos un poco en esa transición.
Subestimando a la audiencia
Lo peor que puede hacer un director de cine es insultar la inteligencia de los espectadores. Pensar que tragarán entero sin masticar lo que les metan en la boca. El título de tu videojuego favorito, un par de personajes mínimamente parecidos, y luego una aventura genérica que no tiene nada que ver con el material de origen. Durante muchos años así se comportó la industria; no bastaba con simplemente adjudicarse los derechos para usar el nombre de algo y darnos algo sin esencia, hacía falta mucho más para convencernos.
Afortunadamente, las bajas ventas de estos títulos lograron poner a los productores en su sitio y la democracia ganó... de momento, pues a pesar de que ya era vox populi que las adaptaciones de videojuegos a cine no eran exitosas, Hollywood seguía intentándolo, esperando a ver si alguno colaba.
Algo de aprendizaje
Poco a poco entendieron que no todo se podía adaptar tan facilmente. La película de Mario Bros de 1993 es el ejemplo perfecto, nada tenía sentido en aquella película, se sentia insultante ponerle el nombre de Bowser a un tipo que era más parecido a Donald Trump que a una tortuga.
Y vale, si queréis hacer algo muy distinto a las obras originales, al menos intentad que sea decente y pueda brillar por sí mismo, pero tampoco era el caso; Muy seguramente todas estas películas les habría ido peor si tuvieran otro nombre, como producto cinematográfico, simplemente no estaban a la altura.
Quedaba claro que se habían equivocado y ninguno logró el cometido.
Un paréntesis por Uwe Boll
Tenemos que hablar de Uwe Boll antes de continuar. Porque este tipo hizo algo siniestro: Se trata de un alemán rico, aficionado al cine y los videojuegos (tal vez ni eso), que en sus andanzas llegó a hacerse con los derechos de varios juegos para hacer películas dirigidas por él mismo: House of the Dead, Alone in the Dark, Postal o Far Cry. Todos un fracaso en taquilla y crítica, era un pastiche de mediocridad, con cero fidelidad y amor al arte, pero se lo dejamos pasar porque al menos el hombre nunca fue pretencioso, sabía en lo que se metía y aceptó todas las críticas y reveses económicos producto de su 'hobby'.
Pasos de bebé
Tomb Raider con Angelina Jolie logró darnos algo genial, pues los productores por fin encontraron una aventura que era facil de traducir al cine. Lo hicieron simple y sin pretenciones y salió bien, sin más. Aunque no era necesario ser 100% fieles siempre y cuando el producto lograra destacar.
La franquicia de películas de Resident Evil son el ejemplo perfecto de que no es necesario seguir al pie de la letra los productos originales para hacerlo bien. El personaje Alice Abernathy de Milla Jovovich ni siquiera existe en los videojuegos, y logró hacerse icónica por sí sola, a eso nos referíamos. Tan bien salió la jugada que hasta 2016 siguieron sacando secuelas.
Al menos ahora ya lograban el éxito comercial, pero faltaba mucho más para hacerlo trascendente.
Entrando a la competencia
Pasó mucho tiempo para que los videojuegos pasaran al cine, pero mucho menos para que pasaran del cine a la TV. Ahora tenemos series como Fallout, The Last of Us, Edgerunners o Arcane, algunos de ellos codeándose con grandes de la industria y haciendo eco en las galas de premiación. Se probó que cualquier cosa se puede adaptar si hay talento detrás.
Muchos títulos nos hemos dejado detrás para no alargarnos demasiado, y tambien un buen puñado de intentos fallidos en la época actual, pero la conclusión final es que los videojuegos lograron demostrar ser compatibles con este otro medio. Y esta también parece ser solo el inicio de algo que esta a punto de crecer mucho más.