En 1979 Ridley Scott nos voló la mente con la historia de un Xenomorfo atrapado en una nave espacial con un puñado de humanos. Así es: UN SOLO XENOMORFO. Con la presencia de uno solo bastó para llenar la atmosfera del terror más viseral posible y mantenernos pegados a la butaca con un nudo en la garganta y deseando que la pesadilla acabe.

Sin embargo, aquella obra maestra fue seguida de secuelas que poco a poco fueron perdiendo la esencia, pasando incluso por una etapa de acción que nadie había pedido. Ya no ibamos al cine esperando sentir terror por un Alien, sino ver que nueva revelación nos deparaban para rellenar el lore de una franquicia... que nunca interesó en primer lugar. 

Alien: Romulus ha entendido por donde debe tirar la saga; El Xenomorfo y las demas criaturas fueron creadas para intimidar y ser superiores a sus presas, no para igualar la contienda con armas grandes y convertirlo todo en un campo de batalla.

A todo esto se le suma un elenco comprometido, con actuaciones conmovedoras, artistas visuales a la altura y un final con el climax bestial; No hay necesidad de haceros spoilers, basta con decir que en los últimos 20 minutos Federico Alvarez, el director de la cinta, no deja un solo respiro al espectador. El corazón palpita sin cesar y de verdad quieres una pausa para agarrar aire.

Esas son las experiencias por las que se paga un boleto de Cine. Alien Romulus ha logrado recuperar la esperanza de una franquicia que tuvo un par de tropiezos y experimentó (que no está mal a priori) con senderos que tal vez no supieron desarrollar.

Alguien de arriba vió potencial

Alien Romulus solo tuvo 80 millones como presupuesto. Bastante modesto para lo que es el cine palomitero actual. Y ademas de todo, estaba pensado a estrenarse exclusivamente en Hulu. La idea de llevar la película a cines surgió en mitad del desarrollo, y sea quien sea que haya decidido esto, estuvo acertado, porque la experiencia de ver a esos bichos del averno es mucho mejor en una sala de teatro. 

Ademas de ello, el bolsillo tampoco se arrepiente, pues la película ha superado la inversión con 120 millones de dólares en solo una semana.

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