Recientemente ha salido la noticia de que la franquicia Dune ya se prepara una tercera película. Y así, la adaptación contemporanea será, por lo mínimo, una trilogia. Lo cual se queda incluso corto para el inmenso lore que guarda la obra literaria de Frank Herbert. El nombre de un hombre que apenas empieza a ser merecidamente reconocido debido al éxito de las últimas películas.Lo cierto es que la obra tiene bastantes pros que le puedan catapultar a ser una obra maestra de la ciencia ficción contemporanea. Por lo pronto mencionaros una: Denis Villeneuve, el director de la adaptación, es un fan de la obra de Herbert. Dune se estrenó como novela en 1965. Una década antes de que se estrenara Star Wars, de la cual parece que George Lucas tomó "prestada" (Por no decir algo más polémico) algunos elementos. La obra cuenta con un total de seis libros, lo cual es material de origen suficiente para hacer más que solo una trilogía; con un buen ojo para la producción, la serie podría ser tranquilamente una serie televisiva e incluso abordar spin-offs de todo tipo. Pero es que además de ello, como os mencionamos antes, Denis Villeneuve es el director a cargo de esta nueva adaptación. Un director metódico que cuida mucho la narrativa de sus películas, los apartados visuales y el aspecto más humano y fragil de sus protagonistas. Es el director a cargo de excelentes filmes de esta época como Enemy, Prisoners, Blade Runner 2049 y Arrivals. Para el director, Dune se ha convertido en su proyecto más importante - y costoso si me permites - de toda su carrera. Pero lo más importante de todo es el propio contenido de la obra. Dune trata de una historia ambientada diez mil años en el futuro, en nuestra galaxia. La obra tiene de todo: Humanos mutados, monstruos, planetas peligrosos, brujas, política, traición, pelea entre diferentes bandos, religión, dilemas morales, poderes metafísicos, un elegido y un larguísimo etcétera.Es tanto lo que se aborda en Dune que no podemos haceros un resumen, pues se trata de un universo tan grande que podría tranquilamente competir en magnitud con el de Star Wars o Canción de Hielo y Fuego, sin exagerar.En su momento, David Lynch intentó adaptar en una película uno de los primeros arcos de esta saga sin tener el éxito que esperaba, lamentablemente eclipsado por colosos de la ciencia ficción de la época. Para que os hagáis una idea, solo ese año se estrenaron Los Cazafantasmas, Gremlins, Indiana Jones y el Templo de la Perdición y Terminator.Lynch se quedó corto entonces, pues una película de dos horas era insuficiente para abarcar lo entrevesado que era el argumento de la obra. Tanto es así, que su metraje original duraba 8 horas, el cual fue reducido a 5 para el festival de apertura (nunca estrenado) y posterior mente a 137 minutos. Simplemente, no era una película para un solo filme; el camino correcto es el que está llevando a cabo Villeneuve.Podríamos tener en frente la próxima gran franquicia de la ciencia ficción si se encaminan bien las cosas. Solo falta desearle un poco de suerte al proyecto que tenemos y que, de momento, parece tenerla.