Esta es una de esas entradas que uno desearía no tener que escribir nunca. Porque desde la frialdad de un teclado es difícil transmitir lo que uno siente al enterarse de algo así. En las últimas horas Nintendo ha comunicado que Satoru Iwata, el que era el actual presidente, ha fallecido a la edad de 55 años. Como ya sabéis Iwata llevaba combatiendo un cáncer que le impidió asistir al E3 2014 y que lo ha mantenido fuera de los medios durante bastante tiempo. Por desgracia no ha podido superar esta cruel enfermedad y nos deja con un legado inmenso.
A nivel ejecutivo Satoru Iwata instauró una filosofía que Nintendo ha convertido en su particular éxito durante los últimos años. El directivo apostó por la innovación y en una diferenciación de lo que hacía la competencia. Esta filosofía empezó con Nintendo DS y su pantalla táctil y tuvo su gran auge con Wii, que devolvió a la compañía a la senda del éxito, después de las pérdidas millonarias que supusieron consolas como Nintendo 64 y Gamecube.
Iwata empezó a trabajar en HAL Laboratory en 1983 desarrollando juegos como Kirby, Mother o el primer Super Smash Bros. En el año 2000 pasaba a formar parte de Nintendo y dos años más tarde sería el nuevo presidente de la compañía, después de que Yamauchi abandonará su cargo. Hace unas líneas hablábamos de un legado, además de las sagas que hemos mencionado, también participó en Balloon Fight, Pokémon Oro/Plata, Super Mario Sunshine, Metroid Prime y The Legend of Zelda: The Wind Waker.
En el mundo de los videojuegos pocas personas trascienden de la forma en la que lo ha hecho Satoru Iwata. No podemos evitar sentir tristeza al ver todos los gifs de los momentos más míticos que nos ha dado. Y es que era uno de nosotros. Una de sus citas más emblemáticas fue su línea de entrada en la Game Developers Conference del 2005, con una frase que ha pasado a la historia:
"En mi tarjeta pone que soy un presidente, en mi mente programador, pero en mi corazón soy un jugador".