Hoy, penúltimo día de este pequeño evento, toca hablar de mi segundo juego favorito de la compañía, un juego extremadamente infravalorado y que vendió fatal... Una pena, porque es un diamante en bruto. Estoy hablando de Okami. Okami es un juego de aventuras en el cual controlamos a Amateratsu, la diosa japonesa del sol, reencarnada en forma de una loba blanca cuya misión es salvar Japón de la oscuridad y los muchos monstruos diabólicos que rondan por el mundo, mediante la ayuda de Issun, un pequeño hombrecillo que servirá como principal medio para la canina de comunicarse con el mundo y mediante la obtención de las artes sagradas de poder, que permiten a Amateratsu invocar poderes como el manejo de los elementos o la invocación de objetos como nenúfares o incluso bombas.Empecemos con lo obvio... Okami luce bellísimo. Me encanta como el juego luce como uno de esos antiguos cuadros japoneses y que todo el mundo sea así es genial. Sólo pensando en que este juego fue originalmente lanzado para la PS2 es increíble, porque esto parece algo que sólo podría llegar a hacer un hardware más potente... Pero soy de letras, así que también es cierto que soy algo tonto para estas cosas.Aun así, estos gráficos complementan a las mil maravillas a la música del juego. La OST de este juego es asombrosa, llena de melodías y tonadas de música japonesa tradicional geniales. Lo que más me gusta es como cada una de las canciones quiere realmente transmitir sentimientos, no quiere simplemente ser pegadiza y quedar bien en cada situación. Por ejemplo, la música de las praderas de Shinshu dan sensaciones de libertad, mientras que el tema de la travesía de Kushi (Kushi's Ride) expresa dolor, peligro y tristeza de una forma magistral. Y ya no hablemos de los dos últimos temas que salen en todo el juego, Reset y The Sun Rises. Y es que esta música acompaña al juego en los momentos más importantes de la historia... Sí, por fin vuelvo a hablar en serio de la historia. Bueno, no totalmente en serio, porque Okami no es un juego que destaque por tener una historia fuerte y reflexiva, pero aun así, llega a satisfacerte perfectamente. Es un pequeño relato de aventuras, una pequeña leyenda llena de personajes memorables, situaciones llenas de peligros y momentos graciosos o tristes. No va a hacerte pensar sobre tu vida, pero sí que te va a hacer preocuparte por sus personajes y vas a estar continuamente interesado en lo que va a pasar después. Además, cada escena suele estar acompañada no sólo de unos diálogos y un guión fenomenal y llenos de humor, sino también de otros recursos como la mencionada música o animaciones especiales (Vamos, que esto no es un típico plano-contraplano sin gracia) Pero vayamos al apartado más importante y determinante, el gameplay. Podría resumir Okami en pocas palabras... El mejor juego de The Legend of Zelda fuera de las consolas de Nintendo. En Okami, para derrotar a la oscuridad, Amateratsu debe recorrer las tierras del país nipón para aprender nuevas técnicas y así ayudar con ellas a la gente que necesite ayuda. Gracias a esa ayuda, Amateratsu consigue avanzar en el juego y aparte, también consigue bendiciones y rezos, la principal forma de conseguir mejorar tus habilidades de combate en este juego. A lo largo de tu aventura, Amateratsu tendrá que entrar en mazmorras para así salvar a los aldeanos de varios monstruos. Estas mazmorras siguen un estilo muy similar al de Zelda, llenas de puzzles y unos cuantos enemigos a los que enfrentarte. Aunque Okami tiene un número algo reducido de estas mazmorras, todas ellas tienen temáticas y estructuras totalmente diferentes y están llenas de puzzles que nunca llegan a repetirse. Al igual que con Zelda, tras superar los múltiples obstáculos de una mazmorra, te enfrentas a un jefe final. Todos ellos son geniales, con un diseño basado en criaturas mitológicas de la mitología del país del sol naciente, y todos ellos teniendo batallas muy diferentes e interesantes. Al igual que con las mazmorras, hay pocos jefes, y algunos son bastante facilones debido a que sufren de un síndrome muy similar al de los jefes de Zelda, en que deben ser derrotados mediante el uso de la técnica especial obtenida en su mazmorra. Aun así, son unos jefes geniales y memorables. Ahora bien, ¿cómo luchas contra estos jefes? Bueno, resulta que Okami es también en parte un hack 'n slash, como todo lo que toca Hideki Kamiya, pero personalmente pienso que en ese aspecto defrauda un poco. Amateratsu tiene sólo dos botones con los que atacar, uno con el que utilizar su arma principal, que puede ser un disco, una espada o un rosario, y otro botón para atacar con su arma secundaria, que de nuevo, pueden ser una de esas tres armas. A partir de ahí, debe utilizar sus armas para acabar con los enemigos de varias formas. El juego incluso te permite cambiarte las armas en mitad de una batalla, por si acaso prefieres el combate a larga distancia de repente, pero en general, las opciones que te dan muy limitadas, sobre todo cuando tenemos en cuenta que los combos son muy simples. Pero bueno, esto es salvado gracias a la gran mecánica principal de Okami, el pincel celestial. Con esta habilidad, Amateratsu obtiene el poder de cambiar el entorno a su alrededor a voluntad de varias maneras. Por ejemplo, Amateratsu puede invocar el día y la noche, puede reconstruir objetos, puede cortar cosas, manipular elementos... hay muchísimos usos, y todo ellos sirven a la perfección para interactuar con el mundo a tu alrededor. Esto hace que el mundo se sienta mucho más importante y vivo, no como un lugar por donde caminar simplemente, sino un lugar lleno de secretos que como la diosa que eres, puedes llegar a moldear a tu gusto. Es una mecánica genial y original. Para finalizar, ¿qué tal está Okami? Es una maravilla, simplemente una maravilla. No encuentro ningún apartado donde pueda encontrar algún defecto grave que criticar, lo cual es un genial testimonio de su calidad. Todo lo que tengo para este juego son alabanzas sinceras debido a lo mucho que me gusta este juego. Lo recomiendo, lo recomiendo completamente y ampliamente, para todo el mundo, independientemente de sus preferencias, y lo recomiendo como compra obligatoria a todos los fans de las aventuras del elfo de Nintendo. Si queréis jugar a este juego, está disponible en PS2 y Wii, aunque debido a sus malas ventas por todo el globo (Hay que ver si la gente puede llegar a ser tonta a veces), tiene un stock bastante limitado. Aun así, si tenéis una PS3, podéis descargaros Okami HD por quince euros para esta misma, y es precioso... Además, si por algún tipo de casualidad tenéis ese periférico plagiador llamado PS Move, también podéis utilizarlo en este juego, como pasaba en Wii. Eso sí, sólo está en inglés, así que lo siento para aquellos que no sepan hablar el idioma anglosajón. También hay una secuela para DS llamada Okamiden, aunque no he tenido el gusto de jugarlo todavía por desgracia, así que no puedo decir mucho sobre el juego, aunque recibió en general unas notas bastante buenas, aunque no tan positivas como el juego original. Ahora bien... ¿Veremos más Okami? Me gustaría, vaya si me gustaría ver un nuevo Okami, y no es que sea imposible de hacer, es más, el Okami original acababa con un final un poco abierto que luego puede dar lugar a nuevas aventuras, y en cuestión de mecánicas o enemigos, todavía se pueden hacer muchísimas cosas con el pincel celestial, sobre todo ahora que tenemos funcionalidades táctiles en el mando de PS4. Es más, ahora mismo me estoy imaginando a Okami con los gráficos de un juego de octava generación y se me está haciendo la boca a agua.Al menos, hay una minúscula oportunidad de secuela... O es lo que parece que quiere hacernos creer Hideki Kamiya, pues recientemente preguntó a sus fans en twitter que secuelas les gustaría ver de algunos de sus juegos y Okami ganó. Esto puede acabar de dos formas, o era una simple encuesta sin importancia, o realmente Kamiya quiere volver a trabajar con Capcom y van a desarrollar una nueva entrega... Yo rezo por la segunda opción, y espero que todos vosotros me imitéis también.