Esta noticia es especialmente dolorosa para los amantes de lo retro. Un usuario llamado Byuu tenía la noble tarea de crear una biblioteca virtual donde almacenar cientos de títulos para que pasen a la posteridad en caso de que desaparezca el formato físico. Esta biblioteca virtual funcionaba a través de donaciones.Lo que no esperaba Byuu es que una empresa de mensajería perdiera un pedido de un total de 100 cartuchos de Super Nintendo. El servicio responsable del envío afirma que no sabe nada del paquete perdido. Calculan que el pedido tenía un valor de entre 7.500 y 10.000 dólares. Ahora le tocará a Byuu pagar el dinero perdido al coleccionista que le envió los juegos temporalmente para que los añadiera a la base de datos.