Así pues, ¿qué tiene de particular el terror japonés? Que presta atención a cosas que normalmente se pasan por alto. Un ejemplo sería la cuidadosa construcción de un ambiente en torno al sonido o las imágenes. Es difícil olvidar el interminable grito de El grito o no inmutarse al escuchar el ruido blanco de la pantalla de televisión en The Ring.
‘Sin duda me han influido películas como Amanecer de los muertos, Tiburón, Alien, etc. La historia del resentimiento del fantasma en el relato japonés Yotsuya Kaidan también me provocó un importante miedo psicológico y dejó una fuerte marca en mí. ‘
Shinji Mikami
Esta cuidadosa atención a los efectos de sonido tiene su contrapartida visual en el estilizado mundo de monstruos que pueblan el terror japonés. Las creencias japonesas están llenas de criaturas sobrenaturales que habitan el mundo de los humanos. Los Tengu, Yokai y Onryō acechan en los rincones oscuros de los hogares, los troncos de árboles huecos y las orillas de ríos cercanos.
El terror japonés a menudo tiene lugar en el hogar y el círculo familiar, haciendo que el miedo sea un asunto íntimo. Es Sebastián Castellanos quien avanza por la pesadilla de su hija en un intento de rescatarla y, durante una fracción de segundo, se encuentra en el entorno familiar de su propia casa antes de ver como esta es consumida por las llamas. Son ideas y lugares que tienen resonancia en todos los públicos y jugadores, y que contribuyen a causar un miedo aún más visceral, basado en elementos familiares. Este concepto puede resumirse con las palabras del maestro del terror, Wes Craven, ‘Las películas de terror no crean el miedo. Lo liberan’