Epic Games ha iniciado un proceso legal contra dos jugadores de Fortnite acusados de hacer trampas. Uno de los jugadores tiene 14 años y utilizó un servicio de bots para hacer perder partidas a los streamers de Twitch. El chaval estaba asociado con el servicio de bots de Addictive Cheats que tiene un precio de entre 5 y 15 dólares.

Epic Games afirma que esto va en contra de los Acuerdos de licencia de usuario del juego y en contra la de Ley de derechos de Autor. La madre del chaval afirma que Epic no puede demandar directamente a un menor y que nunca dio consentimiento para que su hijo contratara esos servicios. Además señala que Epic Games ha violado las Leyes de Delaware publicando información sobre un menor.

Más noticias