A pesar de la variedad que encontramos en la primera mitad del juego, esta se diluye con tantas rutas acuáticas.
Hablando de los pokémon, las ediciones Zafiro y Ruby, se diseñaron de forma que para avistar pokémon nuevos fuera necesario evolucionar a algunos de los pokémon introducidos en esta generación. También hay especies nuevas con poco ratio de aparición. En mi caso me emocione mucho cuando me salio Tropius y Chimecho, era como la tercera vez que estaba pasando el juego y los encontré casualmente paseando por las áreas en las que salen respectivamente. Era la primera vez que veía a estos pokémon y se me hizo bastante novedoso ya que ningún NPC los tenía.
Pero las cosas pasan a ser muy diferentes en Esmeralda. Para eso menciono primero el dato de que en 2004 surge Smogon, la primera página web enfocada en competitivo y que termino volviéndose muy influyente en esta área. El competitivo de pokémon empieza a coger fuerza.
Luego sale al mercado Pokémon Esmeralda. Como se supone que ya conocimos a los pokémon introducidos en Hoenn y ya nos familiarizamos con la introducción de las habilidades y las naturalezas, Pokémon Esmeralda es un juego más enfocado en las batallas. Hay NPCs que tienen pokémon que en la edición Zafiro y Ruby teníamos que encontrar salvajes o evolucionarlos para avistarlos, tenemos que enfrentarnos a ambas organizaciones criminales, los líderes de gimnasio son más difíciles y podemos tener revanchas contra ellos y lo más importante: El frente de batalla. Si bien la torre de batalla ya existía, con el frente de batalla, los jugadores se enfrentan a una serie de retos, donde lo necesario no es tener el pokémon en nivel más alto, sino que ya empezaban a utilizarse estrategias competitivas. De esta forma una generación que estuvo centrada al inicio en el descubrimiento pasa a enfocarse en las batallas.