Para que luego digan que los videojuegos son una pérdida de tiempo y que no sirve para nada. Jake Kelley es un chaval de 14 años apasionado de Firewatch, el juego desarollado por Campo Santo. El joven quedó fascinado por las estructuras de las torres de vigilancia y está viajando visitando muchas de ells y documentándolo:
"Campo Santo ha cambiado mi vida con Firewatch. Quedé fascinado por las torres de vigilancia y empecé a aprender cosas sobre las de mi zona, cada vez pasaba más y más tiempo investigando. Una cosa llevó a la otra, y ahora son el mismo más joven de la Forest Fire Lookout Association".
Ya ha visitado más de 140 torres y gracias a su pasión una de ellas seguirá en pie en el futuro: