Opinión: La aguja en el pajar

Los juegos para móvil son un tema que causa tirantez entre los aficionados a los videojuegos. Hay quien les tira mierda porque sí, porque como va a ser un juego de móvil decente e incluso bueno, por no decir divertido, ¡que herejía!. Y luego están los juegos que validan un punto de vista como ese, ya sea por escased de recursos, por ser proyectos pequeños o por que algunas empresas tienen unos huevazos que no sé como se ponen los pantalones por la mañana. Sí EA, te miro a tí, aún no te he perdonado lo que le hiciste a Command & Conquer, que en paz descanse.

Y otro tema candente y muy presente en los juegos de móvil, casi más que en los juegos de consolas y PC, es el tema de las microtransacciones. Hace tiempo que el tema petó por todo lo alto con Battlefront II, involucrando a gobiernos mientras los organismos que debían regular esto tomaban medidas muy pasadas por agua y bastante pedorras. Porque poner una pegatina en el reverso de la caja dudo que tenga el efecto deseado, pero bueno, menos da una piedra. Pero el mercado del móvil no se quedó sin su escándalo particular, siendo en este caso un título de la franquicia de Harry Potter. En dicho juego uno se creaba un avatar y seguía en primerísima línea las aventuras y desventuras de su personaje por la escuela de magia, usando para esto varios recursos que se podían conseguir jugando o se podían comprar. Hasta aquí nada fuera de lugar, pero la cosa se torció cuando la energía, el recurso principal, se quedaba corta, forzando la compra de más o prácticamente echando al jugador de la partida hasta pasado un tiempo. La gota que colmó el vaso fue una parte en particular en la que el personaje tiene que vérselas con un bicho que tiene como rutina estrangular y asfixiar todo cuanto pilla por banda, y para zafarse del bicho en cuestión había que usar energía. Mucha energía, de tal manera que o tenías el medidor casi a tope (si no a tope) o ocurría una situación curiosa de c*jones. Te saltaba el mensajito para comprar energía, que parecía que te habías quedado vacío. ¿No quieres? Ok, sin pegas, disfruta viendo como el bicho estrangula a tu avatar. Ah, y empieza desde el último punto de control, iniciando esta situación desde cero otra vez. Con dos cojones y la bandera de Tafalla.

Nintendo por su parte es una entidad que parece casi inmune a todo lo que ocurre a su alrededor. No puedo citar con exactitud porque no me acuerdo, pero hace tiempo leí una frase que decía algo así como "Nintendo construye una locomotora de vapor cuando el resto intentan romper la barrera del sonido", y francamente, no se me ocurre una definición más acertada. La gran N va a lo suyo y que le den por c*lo al mundo. Quizá por esa actitud Fire Emblem Heroes este generando tantísimos beneficios al amasar la friolera de 400 millones de dólares. Puede sonar raro, pero un juego de móvil de Fire Emblem, franquicia que hace unos años estaba moribunda, ha superado por goleada a uno de Mario, la mascota de la compañía y de los videojuegos por antonomasia.

Y, volviendo al tema, este juego refleja perfectamente la actitud de Nintendo. Como todo juego de móvil tiene sus micropagos, y se pueden obtener más orbes para invocaciones pagando, pero en mi experiencia desde que se lanzó nunca he tenido la necesidad de gastar un solo céntimo. ¿El motivo? La cantidad de orbes que regalan por casi cualquier cosa. Que si torneos de votos, que si los eventos de la Tormenta, que si héroes nuevos, que si algún aniversario, que si tal o cual evento en Japón o en tierras occidentales, que si ha habido algún parón por mantenimiento... La cantidad de motivos que hay para recibir orbes es abrumadora, pase y elija su favorita. Y a esto hay que añadirle que se están añadiendo personajes de una manera casi constantes. Ya sean un grupillo de personajes nuevos o una nueva versión de las waifus o husbandos favoritos de la comunidad, nunca falta esa nueva remesa de personajes, y si no se da la oportunidad de intentar conseguir héroes peculiares que no lograste conseguir (algún día, mujer peliazul vestida de morado, algún día).

Y para rematar la jugada, el juegecito de móvil no es que se quede precisamente corto en modos de juego. La mecánica es inmutable, cárgate a tus enemigos mientras intentas evitar que le limpien el forro a tus unidades; pero los modos que se ofrecen son variados y con igual variedad de recompensas. Orbes por avanzar en la historia, lascas por usar la torre de práctica, plumas de héroes por hacerte amigo de alguien que no tienes ni pajolera idea de quién es, los sombreros de los eventos de creando lazos... y por supuesto no hay que olvidar el popurrí de ganancias que son eventos como la tormenta, el coliseo o las batallas de toques. Personalmente si hace unos años alguien me dijese que acabaría pasándome todos los niveles del Guitar Hero versión Fire Emblem no se cual habría sido mi reacción.

¿Y para qué he metido toda esta chapa? Pues por ningún motivo en especial, simplemente me apetecía hablar sobre el juego. Es una toda una sorpresa, pero una sorpresa bien avenida, que entre todos los juegos que pululan por el mercado móvil quede aún alguno que no intente forzar al jugador a punta de pistola a darle todo su dinero. Además hay que mencionar que con el constante apoyo que recibe por parte de sus desarrolladores, el juego no sólo se mantiene fresco, si no que además llega a más gente, generando así nuevos fans para la franquicia. Mas de uno podría tomar nota de esto, y más después de profanar el cadaver de una franquicia una vez relevante y muy querida por sus fans. ¿Eh, EA?