Guillemot también es acusado de estar "poco conectado con la realidad", o por lo menos, las conclusiones que saca de los hechos distan mucho de lo que piensa el colectivo general. Por ejemplo, en la misma entrevista, dejó claro que "no hay agendas de ningun tipo en su empresa", aun cuando es vox populi que Ubisoft tiene un serio compromiso con la ideologia DEI, tanto en productos lanzados como en talento humano contratado. Bajo el lema de "Crear juegos inclusivos y seguros por todos y para todos", sea algo positivo o negativo, es indudable que esto responde a una agenda, un plan de negocio donde el resultado final, de momento, no nos gustaría discutir.
Entre tanto, Ubisoft atraviesa momentos turbulentos; sus acciones están en baja, Star Wars: Outlaws no ha vendido como se esperaba y su próximo hit, Assassin's Creed: Shadows, está bajo la lupa precisamente por varios puntos desgranados anteriormente. ¿La solución de la cabeza al mando? Culpar a la audiencia. Algo está fallando aquí, y parece más grande y preocupante de lo que intentan esconder en Ubisoft.