ANÁLISIS: NEVA

Nomada Studio es un estudio barcelonés que maravilló al mundo entero hace 8 años con el lanzamiento de Gris. El juego se ha colado en la lista de los títulos españoles más vendidos de la historia y acumula más de 3 millones de copias. Existía una gran expectación por ver qué habían pensado Conrad, Roger y Adrián por sus cabezas.

Después de una larga espera Neva por fin ha salido y ya lo hemos podido completar de principio a final, con todos los coleccionables. A pesar de que el juego utiliza una distinta gama de colores y un estilo de arte distinto es fácilmente reconocible y relacionable con GRIS. El sello de identidad del estudio no se ha perdido y se han añadido una serie de cosas que han sido todo un acierto. Empezamos a enumerarlas.

La protagonista de Neva es Alba, una joven que viste una vistosa capa roja y empuña una espada. Aquí tenemos una de las principales novedades. Gris estaba basado en la exploración de los escenarios mientras que Neva le añade una capa de combate en tiempo real que le sienta a las mil maravillas. Sin abusar de ello, nos propone combates con enemigos que recuerdan a otros juegos como Hollow Knight. Pero no estamos solos en esta aventura. Nos acompaña Neva, un cachorro de lobo con poderes mágicos que vemos crecer a lo largo de las estaciones. Sin entrar en spoilers, es realmente una pasada ver crecer al cachorro y se crea un vínculo y una sensación de paternidad que realmente hemos visto en pocos juegos.

Neva es un plataformas en 2D en los que tenemos que explorar escenarios, encontrar coleccionables, derrotar a enemigos, admirar el paisaje y disfrutar de la increíble música de Berlinist. A nivel visual Conrad Roset ha vuelto a hacer maravillas y cada escenario es una obra de arte digna de estar expuesta en cualquier museo, en el salón de casa, o en el fondo de pantalla de nuestro smartphone.

El juego dura unas pocas horas pero en ningún momento se hace repetitivo. El combate funciona a las mil maravillas y cuenta con el mismo minimalismo del que hace gala el resto del juego. Tenemos un botón de ataque, otro de dash, y una mecánica de ataque a distancia que se añade en un momento del juego. Nada más y tampoco le hace falta. Los jefes finales son muy variados y consiguen ponernos los pelos como escarpias en algunos momentos. Quiero destacar el genial diseño de los escenarios porque siempre premia, la exploración a la par que la habilidad. La sensación de placer cuando encuentras algo oculto es muy agradable y realmente pocos juegos lo consiguen implementar de esta manera.

Será imposible no establecer una conexión emocional con Neva. Al principio del juego sonreímos mientras vemos como no es capaz de alcanzar simples plataformas elevadas y tenemos que esperar a que nos alcance. Con el paso del tiempo somos nosotros mismos lo que nos quedamos atrás y somos conscientes de nuestras limitaciones humanas. Esta conexión es la base del juego y consigue hacernos responsable de nuestras acciones, con un brillante giro de guión que entendemos hacia el final de la aventura. Simple pero efectivo.

Neva es un gran paso al frente para Nomada Studios, supone la consolidación como una de las compañías con más impacto en la industria del videojuego y una muestra de todo el talento, buenas ideas a nivel de diseño y arte que tenemos en nuestro país. Se trata de un juego al que sin duda volveremos una vez al año para disfrutar de los escenarios y lo que ha conseguido despertar en nuestro interior. No puedo evitar pensar en cuál puede ser el siguiente juego del estudio. Confianza absoluta, tiempo y libertad creativa para vuelvan a maravillarnos. Juegos como Neva se han de celebrar.