La industria española de desarrollo y producción de videojuegos ha recibido con decepción la noticia de que el Gobierno no ha tenido en cuenta a la producción española de videojuegos en las medidas fiscales propuestas por el sector para paliar el impacto de la crisis de COVID-19.El Real Decreto-ley por el que se aprueban medidas de apoyo al sector cultural aprobado hoy por el Consejo de Ministros, pese a que reforma el artículo 36 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades, no ha incluido a la industria del videojuego en la deducción por inversiones en producciones cinematográficas, series audiovisuales y espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales.Se trata de una medida necesaria para impulsar la entrada de inversores nacionales e internacionales en los proyectos de videojuegos desarrollados en España y cuya gran eficacia ha sido ampliamente demostrada en el sector audiovisual, incluida la animación y los efectos visuales; tanto, que el Real Decreto-ley publicado hoy incrementa el porcentaje de deducción fiscal para estas producciones del 20 % al 30 %. Además, otros países de nuestro entorno, como Francia, Italia y el Reino Unido han implementado desde hace años el incentivo fiscal del cual se benefician las empresas de desarrollo de videojuegos establecidas en estos territorios, incrementando su ventaja competitiva frente a España a la hora de atraer inversiones, proyectos, empresas y capital humano.Por otro lado, el sector valora positivamente la concesión directa de dos subvenciones por un total de 20 millones de euros a la Sociedad de Garantía Recíproca Audiovisual Fianzas SGR, para ampliar su fondo de provisiones técnicas y subvencionar el coste de la comisión de apertura de los avales de los préstamos al sector cultural, de forma que pueda abrir una línea de acceso a la financiación de los agentes del sector en las condiciones más favorables. El fortalecimiento del mecanismo de aval también había sido una de las peticiones del sector del videojuego. El incentivo fiscal ha sido reclamado por el sector desde hace muchos años y es una de las medidas que siempre figura en el Libro Blanco del Desarrollo Español de Videojuegos, publicado por DEV. Su aprobación en este momento difícil permitiría a la industria de desarrollo de videojuegos paliar el impacto de la crisis de COVID-19 que, según una encuesta al sector, podría provocar una pérdida directa a corto plazo de 90 millones de euros de facturación y una ralentización importante en el crecimiento anual del empleo, equivalente a 500 empleos que dejarían de generarse en 2020. Además, si la crisis sanitaria se alargara más de 3 meses, existe un riesgo de continuidad de negocio para el 46 % de la industria, es decir, 240 empresas. En este caso, se estima la pérdida directa de un tercio de la facturación y empleo del sector, es decir, hasta 270 millones de euros y 2.300 empleos.DEV lamenta la falta de sensibilidad hacia el sector y reivindica la importancia de apoyar a la industria española de desarrollo de videojuegos ya que puede representar un motor importante de desarrollo económico y de atracción de inversiones para España en la fase de recuperación tras las medidas de contención por la crisis de COVID-19. Es una industria cuyos procesos productivos y metodologías de trabajo hacen uso de las más avanzadas tecnologías y el 85 % de las empresas ya hacía uso del teletrabajo antes de la crisis de COVID-19. Gracias al incentivo fiscal sería posible la puesta en marcha de importantes proyectos dirigidos a los mercados internacionales, donde se ha visto como el consumo de videojuego se ha incrementado de forma importante a lo largo de los últimos meses.Fuente: Nota de prensa