La madrugada del 3 de julio un grupo de jóvenes acabó con la vida de Samuel Luiz en un asesinato homófobo. Solo han pasado unos días y los medio generalistas no han tardado en relacionar el caso con los videojuegos.

La página web de El País dice que ha contado con la opinión de expertos en criminología, educación y psicología social que han diseccionado el comportamiento gregario de la pandilla de jóvenes.

Entre las frases de los expertos encontramos perlas como:

"Estamos llegando a un punto muy peligroso en la banalización de la violencia”

Tenemos un gran problema y va a ir a más: si creemos que los niños de ahora van a ser como nosotros cuando cumplan 40 años, estamos muy equivocados”. “Tienen poco autocontrol y poca tolerancia a la frustración. No aprenden a compartir, ni a resolver conflictos ni a controlar sus impulsos”.

“Antes teníamos aquello de los dos rombos” que señalaba los programas de televisión no aptos para menores, rememora Alamancos, “ahora no hay filtros”. “A cualquier hora, los chicos tienen ante ellos series y juegos hiperviolentos a los que están enganchadísimos, como Fortnite”. “Se nos viene encima un problema enorme”, alerta, porque “la gente no va a saber qué es ficción y qué realidad”. Según la investigación policial, el crimen de A Coruña “no fue premeditado”, continúa el criminólogo y grafólogo. “Pero tampoco se puede decir que fuera un arrebato del momento”, porque “media un hombre de nacionalidad senegalesa para separarlos” y “después de la primera trifulca, a 150 metros, el grupo vuelve a atacar a Samuel y lo golpea con un ensañamiento brutal”.

“Nosotros crecimos llorando con Marco, o viendo la relación de Heidi con su abuelo”, ejemplifica el psicólogo: “Hoy, nuestros jóvenes tienen como referencia a youtubers que, a salvo en sus habitaciones, explican cómo matar en Fortnite, o cómo hacer en GTA [otro juego] para tener relaciones sexuales con una mujer en un coche y luego pegarle un tiro para quitarle el dinero”.“El 99% de los videojuegos consisten en matar, patear, reventar, asesinar... Y encima les dan puntos por ello”, protesta el experto en intervención psicosocioeducativa. “La mayor parte de los jóvenes saben discernir, pero perciben demasiada violencia”, sostiene Isorna: “Tenemos un ministro que nos alerta sobre la carne, pero nunca se hace nada contra estas multinacionales de los juegos”.

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