Cuando empecé a jugar, lo hacía sin pensar. Ahora que soy un profesional tengo que hacerlo sabiamente. Hay momentos imprevistos en los que todo puede cambiar en 0,1 segundos y eso lo hace similar al ajedrez o el go. Todos y cada uno de los elementos del juego que son propensos a cambiar lo hacen muy emocionante y divertido, en mi opinión".