Los especialistas en análisis técnicos ElAnalistaDeBits y Digital Foundry coinciden en que la secuela de Breath of the Wild mejora técnicamente respecto a su predecesor.

Tears of the Kingdom se ejecuta a una resolución de 900p dinámicos en modo televisor y a 720p dinámicos en portátil. Aunque lo más habitual es que se mantenga en esa resolución máxima, "puede llegar a caer hasta los 720p" al conectar la consola híbrida a una pantalla.

Utiliza la tecnología de reescalado de AMD: FSR 1.0. De ese modo, en el televisor o en un monitor se muestra a 1080p, mejorando la nitidez de la imagen desde las resoluciones antes mencionadas.

"Hay algunos problemas a la hora de implementar la reconstrucción temporal (FSR) en Tears of the Kingdom, activando la resolución dinámica de forma aleatoria cuando, técnicamente, no debería", dice ElAnalistaDeBits. El medio anglosajón apuntala más esto: "el juego cambia su resolución interna [antes del reescalado] basado en la velocidad de la cámara"

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