Aquí es donde entra la importancia de Samus. Cuando los jugadores probaron el título de Metroid por primera vez, asumieron que controlaban a un personaje masculino. Con esa armadura, casco y nombre era imposible pensar que se tratase de una chica la que estaba detrás. Los desarrolladores incluso admitieron tiempo despues que la idea de hacerla una chica surgió en mitad del proyecto (Se rumorea que queriendo hacer una referencia a Ripley de la película Alien). Es solo cuando acababas el juego que la marine se desvestía y te dabas cuenta de la realidad. Un pequeño plot twist más que adorable cuando veías a la querida Samus saludando al jugador.
En su momento eso fue épico, y sin querer, Samus se convirtió en la primera heroína de los videojuegos. Ya no nos importaba quien estaba detrás del casco, es que nunca importó. Podía ser un perro o gato mutante hasta ese punto, y el aprecio que sentiríamos por nuestro avatar pixeleado sería el mismo. Muy distinto a lo que algunos personajes femeninos intentan ahora no solo en videojuegos, sino en cine y TV, restregándonos en la cara las dificultades de ser mujer desde inicio hasta el fin, con el típico mensaje de empoderamiento, el "míreme, yo también puedo" ¿A QUIEN LE IMPORTA?