Alan Wake 2 le voló la cabeza a todos más que todo por el apartado gráfico de primer nivel que enamoró a todos, sobre todo jugándose con la máxima optimización posible y ver en detalle esos rostros hiperrealistas... y casi en segundo plano quedaba la chicha, la trama y la jugabilidad. Muy parecido al primer título, es un juego inmersivo, batante atrapante, y obviamente lleno de suspenso y terror. Solo queda preguntar si esto era suficiente para atraer a los jugadores, pues al parecer, no lo suficiente.

El juego aun no ha logrado superar el coste de desarrollo, distribución y marketing. A pesar de que ha pasado casi un año desde su estreno, las cuentas de remedy siguen en un saldo negativo que empieza a preocupar a sus creadores.

Los creadores de la saga hicieron el honesto mensaje en su web oficial, declarando lo siguiente:

"En el segundo trimestre, las pérdidas de explotación fueron de 3,2 millones de euros, lo que supone una mejora de 1,6 millones con respecto al periodo de comparación"

Sin embargo, la tendencia de las ventas indica que el juego se hará rentable en los próximos meses, pero a pesar de ello, los tiempos de espera han sido demasiado prolongados, no los suficientes para ser considerado un fracaso, pero no demasiado largo para ser considerado un éxito. Un limbo financiero en el que dependen del tiempo más que de otra cosa.

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