¿Otro Suicide Squad que se convierte en un fracaso? Ese parece ser el destino de Rocksteady con su último juego. La compañía que está aliada con Warner y que antaño supo sorprendernos con la saga Arkham está viviendo una de sus etapas más turbulentas tras el fracaso en ventas de Suicide Squad. El choque fue tan grande que hay despidos de por medio, incluido un caso particular de uno de sus empleados que fue despedido mientras estaba con licencia de paternidad.
Imagina estar en tu casa de permiso cuidando a tu recien nacido y de repente te llega un correo de que has sido despedido. Ese fue el caso de 15 de los 33 empleados que tiene la empresa, los cuales debieron decir adios a sus trabajos tras el monumental recorte que sufrió.
En todo caso, la compañía no llevaba buena tendencia incluso antes del estreno del juego, los cuales esperaban al menos un repunte tras su estreno, pero terminó ocurriendo todo lo contrario. Rocksteady ha sufrido un desplome del 41% en ingresos únicamente por el fracaso de Suicide Squad.
La mayoría de los despidos fueron empleados novatos y jóvenes pero también hubo varios experimentados trabajadores que llevaban en la empresa 5 años o más. Rocksteady ahora deberá tomar un prolongado tiempo de pausa antes de cualquier otro lanzamiento a futuro. Una lamentable noticia para una de la compañía que mejor supo adaptar a videojuegos un producto de los comics.
Fuente: Eurogamer