Con 21 años, el actor londinense pasó de ser un "perfecto desconocido" a ser el bastardo más famoso de los Siete Reinos. "Mantuve un grupo de amigos muy sólido a mi alrededor que me vacilaban todo el rato. Eso es algo muy importante. No dejaron que se me subiera a la cabeza. Me mantuvieron con los pies en la tierra. Y todavía lo hacen…".