"Lo que ocurrió fue que rodamos una escena antes del almuerzo. Un par de tomas que acababan en un beso. Salió muy bien y nos fuimos a comer", dice Damon, explicando que ambos pensaban que ya habían acabado de rodar la escena del beso durante ese día. "Así que ella tomó para comer un sándwich de cebolla o algo así", exclama.
"Entonces volvimos al trabajo y Cameron Crowe tenía la cámara ya preparada para hacer un plano más cercano del beso. Entonces ella dijo: '¡Mierda! Pero si me acabo de comer un sándwich de cebolla", recuerda riendo el actor, antes de aclarar que se pasó toda la toma burlándose de Johansson por su aliento pero sin llegar a notar ningún mal olor. "Su aliento huele a rosas"