Gran parte de los problemas se solucionan con el cambio a la tercera dimensión; se suelen encontrar pasillos laterales y las claves para los enigmas, pero esto no es todo. También hay monedas, bloques y demás objetos ocultos. Desde el momento en el que te dan el acceso a esta mecánica dan muchos premios por explorar cada rincón del mapa en 2D y en 3D. Así, se motiva al jugador a que cambie de dimensión continuamente, es incitado a que lo haga. Por muchos problemas que puedan surgir, el jugador sabrá que lo que tiene que hacer es mirar cada centímetro del nivel, a la larga acabará consiguiendo avanzar aunque en un principio pareciera imposible. No hace falta pensar, simplemente ir hacia delante y hacia atrás una y otra vez; pero precisamente el jugador esté predispuesto a esto, a explorar todo lo posible.
Pongo como ejemplo un momento en el que un niño te pide que sueltes a su pez, que se ha hecho demasiado grande para su pecera, en un lugar cercano a él. Un jugador que vaya solo a lo que le piden en todo momento se quedará atascado en este punto. La solución es bien fácil: hay una canal en el subsuelo de la ciudad al que se accede desde un ascensor; el problema es que en el único momento en el que te obligan a pasar por esa zona de la ciudad el ascensor no está activo. Si te da curiosidad por ver qué hay en ese ascensor y vuelves más adelante verás el canal y sabrás qué hacer cuando el niño te pida ayuda, pero como pases de explorar la ciudad no sabrás qué hacer. Así, te premian por investigar constantemente qué te depara el juego.
Pero no me malinterpretéis, aunque a veces sea una lata esa angustia de que si no exploras cada pixel vas a perderte algo valioso, así el juego se hace más largo, se encuentran muchos secretos y se observa todo lo que han hecho los que desarrollaron el juego.
Eso sí, una vez que sabes dónde están todos los secretos y no tienes ganas de explorar, el juego se hace terriblemente corto; al menos para mí, claro, que lo he jugado ya varias veces.
Otro ejemplo que querría dar es el del rompecabezas con potencial de ser el más difícil del juego. Son ocho bloques con dos estados, apagado y encendido, y al golpear uno de ellos cambian de estado ese mismo y otros tantos (por ejemplo, al golpear A cambian de estado A, C, D, F y G). Tienes que ver la combinación que hace que se enciendan todos. Puedes probar, puedes hacer cálculos, puedes coger un papel y un lápiz, pero acabarás descubriendo que con golpear cada bloque una vez basta. Eso sí, hasta que te des cuenta…
Y hablando de coger papel y lápiz: en un momento dado hay otro rompecabezas que consiste en tres bloques que tienes que golpear en cierto orden. Pues el propio juego te recomienda coger papel y lápiz. Si crees que eres capaz de aprendértelo… prepárate. “Ah, vale, parece fácil… oh, que sigue, tendré que tirar de memoria… ¿cuánto dura esto?”. Hasta te lo dicen exclamaciones, para que se note que es exagerado.
Por cierto, es: Centro Derecha Izquierda I D C D I D D C D D I C C I I I D I I I C C. Apréndetelo si quieres, porque yo no lo voy a hacer.