A diario conocemos historias de niños que la lían con las micropagos de los juegos. Mientras tarden en tomarse ciertas medidas de control seguirá pasando. Y es que las empresas deben entender que todo el mundo puede cometer errores, y más si estamos hablando de niños pequeños. Y más en el caso de Fortnite que permite el uso de tarjetas de crédito sin autorización.
Una familia de Carolina del Norte descubrió que en su tarjeta faltaban 1.200 dólares. Al principio pensaron que se trataba de un fraude pero luego descubrieron que su hijo de 11 años se había gastado todo ese dinero en Fortnire. Decidieron ponerse en contacto con Epic Games para un reembolso y después de unos días el dinero les fue devuelto.
Qué menos cuando la compañía ha ingresado 3.000 millones de dolares en beneficios netos.