Ken Levine fundó Ghost Story Games en 2014. Han pasado 8 largos años y todavía estamos esperando a ver lo nuevo del creador de BioShock. Y parece que la cosa va para largo y es bastante fea...
Bloomberg ha destapado que el desarrollo ha sido un auténtico caos con varios cambios de dirección y reinicios en el proyecto. Hasta 15 empleados lo han explicado y todos apuntan a la misma dirección: el propio Levine.
Al parecer impone de forma directa su visión sobre distintos aspectos del juego, incluso llega a intimidar a los que no cumplen con sus expectativas. Los empleados tienen su propia coño hablando de Kenception, cuando alguien logra convencerle de una idea hacíendole creer que es suya.
"Cuando va continuamente en ciclos y ya no te alineas, te cansas de ser parte de eso. Ya no estaba realmente feliz"