"Después de Bond, hubo una especie de oleada con todos estos papeles de acción, y sí, fue divertido. Elegí entre los que pensé que eran más emocionantes o aquellos que veía que tenían personas con las que quería trabajar. Siento que Ballerina va a ser el final de eso, al menos por ahora, porque ahora anhelo una ola de películas tipo Blonde. Quiero trabajar con directores y hacer trabajos centrados en grandes personajes", continúa Ana de Armas. "He tenido la suerte de conocer a grandes directores y son muchos con los que quiero trabajar. Las personas de las que me rodeo van cambiando en mi vida y eso me emociona mucho"