Un éxito que encuentra su razón en una modalidad que los de Rockstar ni siquiera habían contemplado: el modo Roleplay. Roleplay es solo una de las cinco grandes modalidades de GTA Online: FiveM (mod individual), PVP (jugador contra jugador), RP (roleplay), Race (carreras y competiciones) y PVE (jugador contra entorno en misiones creadas por la propia Rockstar).
Roleplay es jugar asumiendo otra identidad, interpretando a los personajes que hemos inventado, actuando en consonancia a como creemos que actuarían estos avatares. Una personalidad coherente. Tienes tu móvil con tus contactos, tus medidores de salud y ale, a sobrevivir. Desde asistir a una comunión a salvar un rehén de las garras de cuatro pirados. La creatividad pone los límites.
Es más, en el modo Roleplay nuestro avatar posee unas necesidades (afectivas y biológicas), unas ambiciones laborales o una serie de objetivos que acercan este concepto a Los Sims y otros social sims como Second Life. GTA V pone el mundo abierto, la ciudad viva. Y los jugadores convierten este entorno en el hogar donde forjar un alter ego y rolear.
¿Y de dónde viene esto? Todo comenzó en los pisos piloto donde nuestro jugador cargaba partida. Cada vez que creas un personaje para GTA Online debes crear una ficha con una serie de requisitos como tus genes paternos o tu trabajo ideal.