Klaus-Jürgen Langner es un anciano alemán de 88 años que tuvo la genial idea de empezar una partida a Skyrim, envalentonado por las buenas críticas del juego. El problema es que cuando empezó a jugar no hizo demasiado caso a las indicaciones y ahora está desorientado en el juego. No han podido salir de la ciudad de Helgen.
Para conseguir ayuda ha colgado carteles en su barrio pidiendo consejos para avanzar en el juego. Rápidamente el cartel se ha viralizado en las redes sociales. El mismo anciano afirma que solo quiere vagar por los parajes de Skyrim haciendo lo que le dé la gana, sin que le importe ni la trama principal ni las misiones que se pueda ir encontrando.
Mientras juega se olvida de sus problemas de cadera. Un vecino suyo lo explica:
"Cuando coloqué la PS4 e intenté instalar el juego, Klaus-Jürgen estaba en la cama, dolorido. Pero cuando comenzó el juego y se sentó delante del monitor el dolor se desvaneció"